La castaña gallega, un lujo en tu mesa
La castaña gallega es una de las joyas gastronómicas de la comunidad y del resto de España. Su textura, su sabor ligeramente dulce y su indudable adaptabilidad a todo tipo de preparaciones son factores que juegan a su favor para convertirse en un ingrediente insustituible. Te contamos ya todas las claves de un producto único.
Galicia, líder en la producción de castañas
Cada 18 meses, los castaños gallegos producen más de 25 millones de kilogramos. Lo habitual es que se divida la producción para su consumo fresco, a partir del otoño, y para la elaboración de conservas. En el primer caso, la castaña no falta en salsas, guisos tradicionales y dulces en general. Y es que la castaña de Galicia no deja de sorprender tanto a los expertos en gastronomía como a los aficionados a la cocina. Las zonas productoras son: • Pontevedra con municipios como Cuntis o Cotobarde. También en comarcas como Tabeirós-Terra o Deza. • Lugo en toda su provincia, pero con especial mención a localidades como Foz, Burela o Cervo entre otras. • Ourense en toda su extensión. • A Coruña con Boimorto y Arzúa así como en la Terra de Melide.
La IGP castaña de Galicia
Es talla importancia del fruto seco que en 2009 se creó una Indicación Geográfica Protegida para certificar que cada castaña producida en la región cumple con unos parámetros de calidad. Se trata de comprobar el tipo de sustancias que se utiliza para mejorar la producción, el calibre de cada castaña y las medidas para la protección medioambiental que se ponen en práctica para reducir la posible contaminación del entorno natural. Los tipos de castañas gallegas más frecuentes son: • Amarelante. • Garrida. • Negral. • Ventura. • De parede. • Longal. • Famosa. • Raigona. • De presa. • Ventura. Cada una tiene distintas peculiaridades que, a buen seguro, suponen todo un reto para tu paladar. No dudes en probar las que prefieras y tampoco en convertir este producto en uno de tus favoritos. Jamás probarás una castaña igual.
¿Qué propiedades tiene la castaña de Galicia?
La castaña gallega aporta un 58 % de Omega 3 y un 90 % de Omega 6, lo que la diferencia de otros tipos castañas del país. Además, su consumo te aporta vitaminas, potasio y magnesio. Cada 100 gramos suponen algo menos de 210 calorías, por lo que puedes consumirlas de forma ocasional. Su reducido nivel de fructosa la convierte en ideal para pacientes de diabetes tipo 2 al ser clave para reducir la cantidad de glucosa en la sangre.
Un ingrediente básico para múltiples recetas
La castaña fresca se puede utilizar en cualquier guiso tanto entera, para aportar crujiente, como cortada, para espesar salsas. Asimismo, es muy recomendable para darle a cualquier guiso o postre una pincelada de sabor muy característico. De la clásica castaña asada a una crema de castañas o a una tarta hay múltiples opciones que has de saber aprovechar para sacarle el máximo partido posible a una gema gastronómica tan importante.
La castaña gallega en conserva
Respecto al uso de castañas en conserva, lo normal era que las familias, tras pasar el invierno, asaran las castañas que no habían consumido para meterlas en almíbar. Tan interesante propuesta te permite paladear ese sabor durante todo el año. Este tipo de conserva es típico gallego, pero también se realiza en León ofreciendo excelentes resultados en lo que respecta a textura y a sabor. Has de saber que el almíbar que se utiliza es uno muy ligero, por lo que el azúcar no va a alterar el característico sabor de la castaña. Tampoco encontrarás castañas que estén demasiado blandas por estar introducidas en el almíbar durante meses. Más bien, será como comerte una castaña fresca, pero con un toque distinto de sabor. Si te gusta el dulce, o prefieres el sabor de siempre, esta opción te va a ayudar a degustarla en cualquier momento del año. ¿Aceptas nuestro reto?
El marrón glacé, un postre que debes probar
Fue François Pierre de la Varane, cocinero francés, quien le sirvió este plato a Luis XVI en el siglo XVI. Aunque se tardaron tres siglos para que en el país vecino se abriera una fábrica para la producción en serie. A España no llegó el postre hasta la década de los 80 del pasado siglo. ¿El motivo? La complicada preparación de la receta. Toma nota, por si te animas a hacerla en tu cocina.
¿Cómo se prepara el marrón glacé?
No todas las castañas sirven para la preparación. Las más adecuadas son, precisamente, las gallegas gracias a su tamaño. Tras cocerlas durante horas, hay que pelarlas y reservar las que queden enteras. Posteriormente, se introducen en un almíbar durante un día. Luego, se cuecen de nuevo y así hasta cuatro veces más. En la quinta jornada se vuelven a calentar y se cuelan. Posteriormente, se envuelven de forma individual. Es frecuente que algunos fabricantes añadan canela, vainilla o algún licor para obtener un producto con más sabor. ¿Te animas a probar este postre?
¿Dónde puedes comprar castaña gallega en almíbar?
En nuestra tienda. Contamos con una conserva gallega de excelente calidad que va a superar todas tus expectativas. Además, disponemos de mermeladas que puedes añadir a tu compra fácilmente. Nuestro único objetivo es convertir tu mesa en el mejor escaparate de la gastronomía gallega. Añadimos a nuestro catálogo marisco, carne y comida preparada para que no te falte de nada. Y todo con el mismo denominador común: la máxima calidad en cada producto y un adecuado equilibrio con un precio tan competitivo como irresistible. Si tienes alguna duda, consúltanos. Disponemos de un chat en directo que te permite conocer los detalles de cada producto y cómo hacer tu pedido. La ocasión es perfecta para que disfrutes de un fruto seco tan típico del otoño y de Galicia. De ti depende convertirlo ya en una opción perfecta para completar tus menús. ¿Te apetece una castaña gallega en almíbar?