Salsa brava: historia y curiosidades
Estamos convencidos de que te encanta la salsa brava. Sin duda, es una de las apuestas ganadoras cuando quieres disfrutar de un aperitivo con sabor potente. Ahora bien, ¿conoces su historia? ¿Cuál es su receta original? Despejamos todas tus incógnitas a continuación.
El origen de la salsa brava
Se inventó en Madrid en la década de los 50 del pasado siglo. Los restaurantes, tristemente desaparecidos, La casona y Casa Pellico fueron los primeros en crear la receta. Fue en Las Bravas, de ahí su nombre según algunos gastrónomos, donde la salsa se hizo más popular. La idea era darle un toque distinto a las clásicas patatas fritas. Para que estas absorbieran mejor la salsa, se decidió cortarlas en dados logrando así crear un plato que, por cierto, tiene múltiples variantes dependiendo de la zona de España donde lo pidas.
La receta de la salsa brava
La clásica de Madrid comienza con un sofrito de cebolla, una cucharada de harina de trigo, vinagre y pimentón ahumado. Cuando la mezcla reduce se vierte directamente sobre las patatas recién fritas. En todo el litoral mediterráneo es típico servirlas con alioli y pimentón o bien con una combinación de alioli y salsa brava. En el resto de España todo dependerá del bar al que vayas. Lo más frecuente es que cada uno tenga un toque personal. Hay cocineros que añaden brandy, otros mezclan un sofrito de tomate casero con guindillas y en la mayoría de los casos, salvo en contadas excepciones, es una salsa sabrosa, pero que no pica demasiado. Lo que nadie pone en duda es que las patatas bravas se han convertido en sinónimo de calidad de la cocina de cualquier establecimiento. Suele decirse que «si las bravas, la ensaladilla y la tortilla están buenas, quédate a comer».
La salsa brava como aderezo de distintos platos
Afortunadamente, los amantes de la variedad de sabores no han tardado demasiado en comenzar a usar la salsa brava para completar el sabor de distintas recetas. Ahora, es frecuente emplearla para acompañar hamburguesas, frituras o carnes a la plancha. Lo malo es que la producción industrial del producto ha terminado por convertir en costumbre el consumo de una salsa ligeramente especiada que no tiene ningún tipo de atractivo. Pero para todo hay una solución. En nuestra tienda encontrarás una salsa brava que respeta la receta original, que está envasada al vacío y que vas a poder consumir con unas tostadas, con las patatas fritas o con lo que quieras. Te sorprenderás con su aroma y con su intensidad desde el momento en el que la pruebes por primera vez. No dejes de tener siempre un bote en tu frigorífico para usarlo cuando más te apetezca.
Algunas variantes de salsa brava
Tras conocer cómo puedes degustar la receta original, debemos subrayar que gastrónomos de todo el mundo han ido añadiendo variantes a la receta más tradicional. Por ejemplo, Simone Ortega, autora de 1080 recetas de cocina, prefiere usar tomate, tabasco, vinagre, aceite, sal y ajo. Otros mezclan dos pimentones para conseguir una nueva alternativa. Incluso en Instagram hay una propuesta, BravasBarcelona, en la que se ofrece un repaso exhaustivo de las bravas que se pueden encontrar tanto en la Ciudad Condal como en el resto del país. El éxito de una salsa que admite tantas variantes ha provocado que sea posible encontrarla ya en recetas de todo el mundo. Incluso se ha llegado a crear una propuesta precocinada para que te prepares tus bravas cómodamente, si bien esta alternativa deja bastante que desear.
Una propuesta de patatas bravas
Te recomendamos que escojas siempre una buena patata gallega al ser esta más grande y más jugosa una vez frita. No olvides que has de freírlas en aceite muy caliente para que se doren por fuera logrando así que quedan más blandas por dentro. Luego, tras colocarlas en un plato con papel absorbente y añadir algo de sal fina, coloca las patatas en un bol y añade una cucharada de la salsa que encontrarás en nuestra tienda. Mueve bien y sirve inmediatamente. El maridaje más adecuado es un vino de flores, también disponible en nuestra sección de licores, logrando así una apuesta bastante curiosa para que pongas a prueba tu paladar.
Con pescado o carne
En ambos casos, lo más recomendable es poner un poco de salsa en un lado del plato en lugar de encima del ingrediente principal. Apuesta por carnes y pescados con cierta textura y, especialmente, por preparaciones a la plancha o al horno. Te aseguramos que vas a conseguir potenciar los sabores fácilmente.
Otras alternativas
Puedes untar de salsa brava el pan de tu bocadillo, añadir una cucharada a la pasta recién escurrida o incorporarla a un estofado. Se trata de lograr unos matices gustativos distintos que te llamen la atención y que supongan un cambio en el sabor al que estás acostumbrado/a.
Una salsa con mucho futuro
Los cocineros de todo el mundo tienen bastante claro que, como indicó la ONU a principios de este siglo, la salsa es de origen español. A partir de una base tan sólida, la adición de especias, la adaptación a nuevas preparaciones y el maridaje con distintos vinos convierte a la brava en una de las salsas con más proyección de futuro. Si te gusta viajar seguro que has visto alguna receta con la mencionada salsa como acompañante. Te recomendamos que pruebes la que tenemos disponible en nuestra tienda. Compra un bote, pruébala y seguro que no tardas mucho en convertirla en tu opción favorita para dejar de aburrirte cuando comes lo mismo de siempre. Ahora ya tienes todo tipo de recetas, propuestas e ideas para que tus platos te resulten irresistibles. Contacta con nosotros para hacer tu pedido. En muy poco tiempo lo tendrás en tu domicilio y será entonces cuando conviertas nuestra salsa en la mejor alternativa para tus platos. Atrévete a probar la salsa brava más clásica y sorprende a tus familiares y amigos con una opción gastronómica para chuparse los dedos.
Prueba nuestra:
Salsa brava
*la fotografía es una sugerencia de preparación