Todas las claves del churrasco de ternera
Si te gustan las barbacoas, los asados y demás preparaciones con carne, es muy probable que hayas probado el churrasco. Como no siempre se conocen los detalles de este tipo de corte, vamos a describírtelos para que conozcas qué tipo de carne estás comiendo exactamente. ¿Te animas a comprobarlo?
Si te gustan las barbacoas, los asados y demás preparaciones con carne, es muy probable que hayas probado el churrasco. Como no siempre se conocen los detalles de este tipo de corte, vamos a describírtelos para que conozcas qué tipo de carne estás comiendo exactamente. ¿Te animas a comprobarlo?
¿De dónde proviene el churrasco de ternera?
Es una pieza que forma parte de la falda y que se corta de manera transversal evitando así seguir la línea que presenta la costilla. La irregularidad del corte garantiza la inclusión de trozos de grasa que aportan mucha jugosidad.
¿Cuáles son sus características?
Al conservar tanto el hueso como la grasa, la carne resulta ligeramente más dura que la de la falda, pero esto es una gran ventaja al soportar mejor la cocción a la brasa o a la plancha. La idea es conservar el sabor clásico de la carne sin demasiados aderezos que puedan enturbiarlo.
¿Cómo se prepara el churrasco?
Aparte de asar la carne, que es la preparación más habitual, hay otras alternativas que pueden ayudarte a convertir este corte casi en un comodín para tu cocina. Si vas a prepararlo al horno, pídele al carnicero que lo corte más grueso, ya que lo vas a tener que colocar en una rejilla a 250 grados con un poco de sal durante media hora por cada lado. Puedes pintarla con aceite de oliva por cada lado para ganar en jugosidad. Si lo preparas a la parrilla, calcula unos siete u ocho minutos por cada lado para que quede jugoso. Para hacerlo en salsa, has de pasarlo por harina, freírlo ligeramente por ambos lados e incorporarlo a un fondo de verduras y vino tinto. Luego, mételo en la olla exprés durante 30 minutos y conseguirás que la carne se desprenda del hueso con enorme facilidad. Como has visto, el churrasco se adapta a distintas preparaciones y te permite mayor flexibilidad que la clásica preparación a la barbacoa. Solo tienes que darle vueltas a la cabeza para conseguir un espléndido resultado.
Algunas recomendaciones para preparar el mejor churrasco
Es el churrasco de ternera gallega el más recomendado por parte de los gastrónomos. El motivo no es otro que su infiltración justa de grasa, su textura, su calidad y su sabor. Para conseguir el mejor resultado posible al cocinarlo solo tienes que seguir algunos consejos básicos. El primero, y fundamental, es sacar la carne del frigorífico al menos una hora antes de prepararla. Déjala a temperatura ambiente, pero alejada de una fuente de calor directo. Si te gusta añadirle sal o especias, hazlo antes de cocinar la carne para que se infiltre. De preferir adobar la carne de alguna manera, déjala un día como mínimo, pero evita el empleo del limón, ya que va a endurecer la carne. Una alternativa adecuada es una cerveza ligera que ablande el corte de manera adecuada. A la hora de cocinar la carne, elige las brasas, ya que le van a dar a la carne mayor jugosidad y sabor. El aroma del carbón siempre es positivo, pero no dejes de controlar el punto de cocción, ya que, de no ser el más adecuado, la carne se endurecerá demasiado. Ello implicaría que tuvieras que utilizar alguna salsa complementaria para ablandarla y el resultado de todo lo anterior no es otro que el de un desequilibrio de sabores poco adecuado. El error más habitual al preparar el churrasco es que se suele pensar que es un corte similar a los del cerdo o a un chuletón de mayor grosor. Ello implica que se le de a la carne una vuelta tras otra pensando que así se conseguirá el punto exacto de preparación. No has de caer en semejante error, ya que el churrasco solo exige una temperatura media, que se termine de cocinar uno de sus lados, darle la vuelta y repetir la operación por el otro lado. No es necesario nada más.
El maridaje perfecto para un churrasco de ternera
La protagonista del plato es la carne, pero hay que saber cómo completar su sabor y su presentación. En ocasiones, se apuesta por añadir demasiadas salsas, especias diversas y una guarnición que no termina de encajar del todo con el sabor de la carne. El gusto no se discute, pero hay algunas recomendaciones que pueden serte de gran ayuda. A la hora de servir la carne has de acompañarla de patatas cocidas o fritas. Otra opción adecuada es una ensalada de lechuga y tomate. Las salsas que utilices han de ser suaves y agradables, lo que no implica que estén exentas de sabores más potentes. La meta es no embadurnar la carne para ocultar su sabor, lo que indica que resulta más adecuado poner un poco de salsa en el plato y no cubrir la carne con ella. Para hacer pruebas de sabor, apuesta en un principio por la sal y la pimienta exclusivamente. Luego, ve añadiendo lo que quieras hasta que consigas el equilibrio de sabores que prefieras. No olvides que la clave del resultado está en el punto de cocción de la carne y no en los aderezos.
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Churrasco mixto
*la fotografía es una sugerencia de presentación.